Estando en Playa Hermosa me llego una invitación de Dan, dueño del hostel en el que me había alojado en Avellanas, a participar de un surf trip que iba a realizar a la famosa ola Roca Bruja, ubicada en el parque nacional Santa Rosa, y pasar allí un par de días acampando.
Esta es probablemente una de las olas más famosas y fotografiadas de Costa Rica, de hecho en ella se filmó gran parde de la famosa pelicula de surf The Endless Summer. Tal vez sea así porque al ser un parque nacional el lugar está totalmente virgen y abunda la naturaleza y vida salvaje, talvez porque la roca situada a un kilometro de la playa le da un toque único o simplemente porque la ola es perfecta. Como sea, me estaba muriendo de ganas de conocer ese lugar.. Por lo tanto me llevo aproximadamente 0,5 segundos aceptar la incitación..
Realmente es una suerte que mantuve un buen vinculo de amistad con Dan ya que incluso luego de dejar su hostel continuamos hablando frecuentemente por facebook..
Las cosas se me dieron tan bien que hasta conseguí que los brasileros que conocí en Hermosa me llevaran al hostel de Dan la noche anterior al surf trip ya que iban cerca de ahi (para aclarar, de Playa Hermosa a lo de Dan son unas 4 hs manejando, por lo que tuve mucha suerte de que justo fueran para ese lado).
Una vez allí, me enteré de como sería en concreto la cuestion. Eramos seis surfistas con un total de ocho tablas (2 de repuesto ya que es normal partir tablas en esa playa) más un par de carpas y varias hamacas, todos nuetros bolsos y equipaje y todas las provisiones para sobrevivir 2 o 3 días, metidos en una camionetita quien sabe de que año en condiciones bastante destartaladas, viajando por lo que iba a ser un camino de tierra y piedras en muuuy malas condiciones.. Se estaba poniendo divertido!
Esa misma noche fuimos con Dan a comprar las provisiones. Incluyó muchas galletas, saladas y dulces, crema de maní, cereales, pan de molde, muchisimas bananas, tomates, algunos mangos y el alimento principal, unas cuantas salchichas (estilo chorizo). Tambien llevamos varios bidones de agua de la canilla ya que se podía tomar..
Arrancamos el viaje al día siguiente a las 3.30 am aprox. Por más que ibamos muy apretados, el viaje comenzó por camino de azfalto lo que lo hizo bastante llevadero. Lo complicado fue una vez dentro del Parque Santa Rosa, ya que las calles eran poco más que un camino de vacas.. Totalmente llenas de piedras, barro, ramas y yo que se que más, creo que en ningún momento pudimos pasar los 10 km/h.. La camionetita parecía que iba a decir basta en cualquier momento, pero por suerte se la banco bien y llegamos a destino..
El camping es totalmente rustico, sin corriente ni agua (solo unas duchas que funcionan con muy poca presión y unas pocas horas al día), los baños son unos cubiculos con pozos profundos en el piso, personalmente creo que es preferible perderse un poco entre la espezura cuando la naturaleza llama.. Realmente es un camping bastante caro para los servicios prestados, si no me equivoco cuesta 10 dolares por día para las personas en general, pero si se lleva una tabla de surf son 15 por día (todavía no entendemos porque es más caro para los surfistas).
Más alla de eso el lugar es increible y lleno de vida salvaje. En los dós días que estuve ahi vi las iguanas más grandes que he visto en todo Costa Rica, también vi muchos pajaros de todos colores, mapaches, monos, ciervos, y una tortuga realmente muy grande.. Por desgracia no tenía la camara conmigo ni cuando vi los ciervos o la tortuga..
La noche que pasamos en el camping fue bastante accidentada. Primero, cuando comenzamos a prender el fuego para cocinar nuestras salichichas, vino el guardabosquesy nos hizo apagarlo. Aparentemente no permiten el fuego por temor a incendios forestales. La unica forma de cocinar algo era con una garrafita a gas, cosa que no teníamos.. Por lo tanto, luego de largas horas de surf estabamos con mucha hambre como para que eso nos detuviera, así que terminamos comiendo nuestras salchichas totalmente crudas y con un poco de pan. Un asco..
Más tarde en la noche, estaba durmiendo en la carpa, bastante incomodo usando como colchon la funda de mi tabla de surf, y oí ruidos raros afuera de la carpa. Por suerte se me dio por salir a revisar y llegue justo para ver un par de mapaches escapandose de entre nuestras reservas de comida.. Si ya venía mal el tema comida, quedó mucho peor. Se comieron o rompieron casi toda la fruta y varias bolsas de galletas.. Salí corriendo con un palo atras de los mapaches intentando asustarlos para que no volvieran. Pero por las dudas realizamos mejores preparaciones para la comida. Cerrandola toda y colgandola de una rama alta con una piola para que no llegaran..
La playa es muy grande, más de una hora para caminarla de una punta a la otra. Cerca del canto derecho se encuentra la famosa roca y la mejor zona de surf, sobre la desembocadura de un rio (hay que estar atentos al factor cocodrilo).. La ola, al menos en los días que yo estuve, era una pared muy larga que formaba un tubo perfecto pero demasiado rápido.. Era casi o totalmente imposible salir del tubo una vez adentro debido a esa velocidad.. Me comentaron que no siempre es así y que a veces es más sencillo para salir. Pero realmente no fue algo que me molestara ni mucho menos. Me fascino esta ola, por más que todos los tubos que tomé se me cerraron y me tiraron para el fondo, fueron algunas de las corridas más largas que he tenido dentro del tubo y las disfrute muchisimo! A su vez, algunas olas permitían no entrar en el tubo, dando una pared muy vertical y potente para tomar velocidad e intentar alguna maniobra.
Al finalizar el viaje, Dan me llevó hasta la ciudad de Liberia, desde donde me tomé un omnibus a la capital (San Jose) para ir a buscar a Andrea que estaría llegando al día siguiente para continuar el viaje juntos.
Como siempre cierro el capitulo con algunas fotos del paseo.
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